El Ego

“El guateque” de Blake Edwards con el genial Peter Sellers, o la grandiosa escena del camarote de los Hermanos Marx en “un día en la ópera”, son dos buenos símiles de lo que ocurre dentro de la cabeza de una persona. Nos habitan una pléyade de “personajes” que viven en su mundo, con sus paranoias y sinsentidos, turnándose en nuestra mente como auténticos profesionales del “pressing catch” dispuestos a “atizarnos”.

Rodeando a nuestro Ser, tenemos una serie da “capas” contaminadas por todos esos personajes, que los voy a unificar y denominar como Ego. Nuestro verdadero Ser permanece siempre prístino en las catacumbas, esperando amorosamente a que nos reunamos con él. El Ego nos aleja del Ser. Actúa como los “sarcófagos” de un cementerio nuclear, blindando su acceso.

El Ego es como aquel jefe o jefa con poder, pero con baja competencia. Te va a poner siempre en aprietos. Con el Ego solemos tomar 2 actitudes, o cabalgamos en su lomo sin mirar hacia atrás, o iniciamos una lucha, en la cual, normalmente, él se sale con la suya. Esto es así porque tiene acceso no sólo al consciente, sino también al inconsciente, el verdadero materializador de nuestra vida.

El Ego intenta, literalmente, empujarte a las mejores decisiones para que sobrevivas. Quiere ayudarte y lo consigue, sueles sobrevivir, pero eso no es Vivir con mayúsculas.

El Ego se manifiesta fundamentalmente en nuestras Resistencias, ahí da la cara de forma más consciente.

¿Cómo saber cuándo estás actuando desde el ego?

  • Cuando te comparas con alguien.
  • Cuando encuentras motivos para ofenderte.
  • Cuando te sientes sólo y aislado.
  • Cuando emites un juicio (hacia ti o hacia los demás).
  • Cuando descartas hacer algo muy rápido.
  • Cuando dices, no haría o aceptaría eso bajo ningún concepto.
  • Cuando quieres resolver algo que no te gusta y, entre todas las opciones, la que mejor te parece es una que ya has utilizado.

¿Cómo ama el Ego a las otras personas?

  • Con Culpa, si no les amo me siento mal.
  • Con Miedo a perderles.
  • Con Egoísmo y Manipulación: para que me “devuelvan” lo que yo quiero obtener.

Vivir desde el Ego es fundamentalmente cansado, muy cansado, cansadísimo.

Quizás no hace falta luchar contra él, pero sí conocerlo. El Oráculo de Delfos ya rezaba, “conócete a ti mismo”. El Ego forma parte de ti, aunque no seas tú. Conocerle equivale a estar en predisposición de quitar las capas que rodean al Ser.

Eso es el libre albedrío, la decisión de conectar con tu Ser. Y te cuento un secreto, si conectas con tu Ser, nada puede salir mal.

Te invito a que lo hagas y puedas llegar a descubrir tu esencia, estoy seguro que el premio merece la pena. ¡Y tú, mereces la pena!

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

He leído y acepto la Política de Privacidad