Los Estados del Yo

Un Estado del Yo es un sistema formado por un conjunto de emociones, pensamientos y patrones de conducta afines entre sí.

Estos Estados están muy relacionados con el volumen y el “acento” usado por de esa voz interior que unas veces nos guía y en muchas ocasiones nos arrastra a comportarnos de una forma desadaptativa a la realidad.

Técnicamente, el Análisis Transaccional describe tres Estados:

El “Yo Padre (entiéndase sin sesgo de género).

  • Proporciona ideas sobre la vida y sobre cómo hay que hacer y no hacer las cosas.
  • Se asemejan a las pautas, actitudes y sentimientos de alguna figura paternal / maternal de la infancia. Incluye las normas culturales y las tradiciones de nuestro entorno de crecimiento.
  • La función saludable de este Estado es contener adecuadamente los impulsos motivadores del “Yo Niño/a”.

El “Yo Niño/a” 

  • Sentimientos, actitudes y pautas que son “reliquias” de nuestra infancia.
  • Es el motor de la creatividad, el encanto y el “empuje”.
  • Es donde quedan grabadas las experiencias más arcaicas que son decisivas en nuestro guion de vida.
  • Aquí quedan enquistados nuestros “traumas”.
  • Su función saludable es proporcionar al “Yo Adulto” la mayor cantidad de datos que le permita a éste la maximización realista de su satisfacción.

El “Yo Adulto/a” 

  • Es una serie Autónoma de sentimientos, pautas de conducta y actitudes adaptadas a la realidad actual que está viviendo el individuo en el Presente.

Estos tres Estados conviven en todas las personas y están constantemente negociando y “luchando” por el poder.

En una situación saludable es nuestro “Yo Adulto” quien toma las decisiones con tres premisas:

  • Tiene criterios de valor y comportamientos autónomos.
  • Conecta con las vivencias emocionales del aquí y ahora.
  • Es integrador:
    • Cuida las necesidades, sentimientos e ilusiones de todas las partes.
    • Tiene en cuenta los datos objetivos de la realidad y asume las consecuencias de sus decisiones.
    • Se dirige hacia sus objetivos y respeta los de los demás.

Conocer en qué Estado del Yo nos encontramos nosotros/as y la persona que tenemos enfrente, es clave para que nuestra relaciones y comunicación sea genuina y exitosa.

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